Israel “viste” bodas judías y playa mexicana

La colección de prendas es idea de estudiantes provenientes del institutode educación superior Shenkar

Por: Jonatan Gallardo

“Evolución Silenciosa” se expone en el pabellón de Israel en la FIL. Foto. Jonatan Gallardo

“Evolución Silenciosa” se expone en el pabellón de Israel en la FIL. Foto. Jonatan Gallardo

Cada año, el Invitado de Honor de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, trae una delegación variada en escritores, editores y artistas con la finalidad de mostrar a los asistentes la cultura del país. En este caso, Israel presenta una colección de vestidos que expresan la idea de las bodas judías conjugada con el mar de Cancún en México.

Yael Hashavit, consejera política y agregada de cultura y prensa de la embajada israelí en México, quien encabeza la organización de la delegación de participantes en las diferentes actividades que el país Invitado de Honor realizará a lo largo de la semana, explica cómo tomó la decisión de traer la colección de vestidos a la feria:

“Todo empezó porque uno de los estudiantes – de la escuela Shenkar- ganó un premio muy importante para su colección de trajes israelí en inspiración de la playa de Cancún. Entonces, cuando vi eso dije “vamos a traer su colección con el resto de los estudiantes”.

La colección llamada “Evolución Silenciosa” cuenta con 19 vestidos, la mayoría de color perla. Están fabricados con una técnica de arte manual tradicional que está por desaparecer en el mundo moderno; los nuevos diseños conjugan elementos de esponja de mar, piel de pescado y bordados de hilo.

En el judaísmo no existe una regla de cómo debe vestir el novio el día de su boda. En las comunidades judías provenientes de Europa, la costumbre es que la novia vista de blanco como símbolo de pureza y virginidad.

Además de esta tradición, la colección también se inspira en el Museo Subacuático de Arte (MUSA) en Cancún y en el artista ecológico Jason de Caires Taylor, quien decidió colocar sus esculturas en el fondo del océano, paraenfatizar el “poder de la naturaleza”. A medida que pasó el tiempo, las piezas fueron cubiertas con diferentes tipos de organismos vivientes como maleza de mar, esponjas y corales. 

“Las bodas son una tradición muy larga y junto con México y con alta tecnología israelí para preparar este tipo de telas, es increíble. Por eso decidimos traer esta colección, para juntar dos culturas”, menciona Yael Hashavit.

Las piezas no están a la venta y serán donadas a un museo cuando finalice la exposición.

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