Chile: a un año después de ser Invitado de Honor

Chile refleja inconvenientes para dar a conocer su trabajo literario. Foto: Jonatan Gallardo

Chile refleja inconvenientes para dar a conocer su trabajo literario. Foto: Jonatan Gallardo

Por: Jonatan Gallardo

A un año de haber sido Invitado de Honor en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Chile refleja inconvenientes para dar a conocer su trabajo literario.

Ximena Pizarro, directora de la Cámara Chilena del Libro y encargada del stand con el que participa el país en la feria este 2013 explica los cambios de este periodo:

“Tenemos menos representación de editoriales por un tema económico-político. Al no tener respuesta del administrador del stand pasado, algunos editores se rebelaron y una forma de demostrar su descontento por el no pago de la venta, no quisieron participar este año. Esa son cosas internas”.

Van dos veces que Chile es Invitado de Honor. Ximena dice que en la primera ocasión, en 1999, el país se asoció con la Cámara Chilena del Libro para traer a la delegación que los representó. Según el registro de países invitados que hay en la página de FIL (www.fil.com.mx) los encargados de la organización fueron el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile y la Embajada de Chile en México, en conjunto con dependencias de la Universidad de Guadalajara.
Las cifras oficiales dicen que, en aquella ocasión, estuvieron 30 escritores como representantes. Ximena cree que fueron más, porque adyacentemente llegaron otros interesados.
En 2012, segunda ocasión que el país del sur fungió como Invitado de Honor, la gestión corrió a cargo del gobierno chileno, por parte de Cultura y Difusión. Participó una delegación con más de 200 miembros, encabezada por 70 escritores nacionales y extranjeros. Ximena dice que trabajaron muy poco con ellos, debido a los cambios políticos del gobierno en turno.
La ex directora de la feria, Nubia Macías aseguró que en la edición 26 de FIL, que “Chile rebasó las expectativas”, pues una gran cantidad de personas mostró interés por acercarse a la literatura de aquel país.
Este año, el stand chileno es dos veces más pequeño que en 2011. Hay tres gremios presentes que difunden material literario de aquel país: Cámara Chilena del Libro, Furia del Libro y Editores de Chile. Para la selección de editoriales que están presentes en la feria, cada organización convoca a sus asociados que quieran participar. Se inscriben y pagan una cuota.
“La participación depende de los fondos que el gobierno asigne a cultura, que ha sido muy exiguo. Este último año fue más pobre que otros”, la directora de la Cámara Chilena.
En cuanto a lectura chilena “se piden siempre los clásicos: Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Isabel Allende, que son mayoritariamente autores consagrados y publicados en España”, menciona Ximena.
La relación literaria México-Chile tiene que ver con un tema histórico. En 1922, Gabriela Mistral trabajó en México por invitación de José Vasconcelos. Durante dos años, participó en la revolución educativa mexicana al integrarse a las misiones rurales donde se instalaron bibliotecas y talleres de lectura comentada en comunidades de pobreza extrema. Además, durante el golpe de Estado en Chile de 1973, los ciudadanos exiliados llegaron a México y se instalaron en labores del ámbito cultural.
En los pueblos chilenos la música más vendida es la ranchera. Carlos Fuentes y Octavio Paz entre los autores más leídos en los grupos intelectuales.

Deja un comentario